Verdades y mentiras sobre el clima

En los últimos años se ha presentado una situación muy preocupante en el tema climático. Los políticos occidentales parecen haber perdido el contacto con la realidad y están tratando de superarse unos a otros en la corrección política, que de ninguna manera está respaldada por la ciencia. Los científicos guardan silencio por miedo a perder su reputación y su trabajo.
Parece que ha llegado el momento de poner las cosas en orden.


Esto queda claro por la misma forma en que funciona el efecto invernadero. El CO₂ es un gas de efecto invernadero, absorbe la radiación infrarroja emitida por la Tierra para enfriarla, pero de todo el espectro electromagnético tiene esa propiedad para menos del 1% de las frecuencias. Esto significa que el 99 % de la radiación se emite al espacio sin la interferencia del CO₂. El 1% de las frecuencias que puede absorber el CO₂ representa una cantidad finita de energía. A una cierta concentración de CO₂, toda esa energía se absorbe, no queda más energía absorbible y agregar más CO₂ no tiene un efecto medible en la temperatura. Ese es el punto de saturación del efecto invernadero.
Ahora resulta que este punto de saturación ya se alcanzó al comienzo del Holoceno, hace unos 8.000 años, cuando el calentamiento después del período glacial anterior se detuvo. Desde entonces existe el efecto invernadero del CO₂, pero funciona a su máxima capacidad de absorción, por lo que añadir más CO₂ ya no tiene un efecto medible.
Este enfoque teórico se confirma empíricamente de dos maneras. Estos son experimentos y cálculos replicables con base científica:
1.- Las mediciones del balance de radiación en la parte superior de la atmósfera, realizadas por el programa CERES de la NASA, indican que no existe un aumento en el efecto invernadero de CO₂ a pesar del aumento de la concentración de CO₂ en la atmósfera.
Lea más: Tras las huellas digitales del efecto invernadero.

2.- El CO₂ añadido a la atmósfera por el hombre es provocado por la combustión de combustibles fósiles. Estos combustibles fósiles contienen los isótopos 12C y 13C, pero no el 14C que es radiactivo. Ahora resulta que el balance de estos 3 isótopos de carbono en la atmósfera está cambiando, pero de tal forma que se puede calcular que solo el 12% del CO₂ agregado es causado por los humanos. El 88% restante tiene un origen natural.
Lea más: ¡Somos inocentes! Las medidas de CO₂ no tienen sentido.


La única forma en que se defiende esta afirmación es una supuesta correlación entre el aumento de CO₂ en la atmósfera y el aumento de la temperatura desde la década de 1980. Los gráficos de temperatura citados son muy discutidos, ya que en mediciones satelitales mucho más confiables, la correlación es mucho menos aparente y durante ciertos períodos la correlación está ausente o incluso invertida.
La afirmación ignora el hecho de que una correlación no indica una relación de causalidad e incluso si hubiera una relación de causalidad, bien podría ser que el aumento de la temperatura provoque el aumento de CO₂ y no al revés.
Además, esta afirmación no está confirmada por pruebas científicas. No se conoce ningún experimento o medida que proporcione una prueba científica.

La situación en el mundo
La locura climática que se ha apoderado del mundo occidental (Europa, América del Norte y Australia) parece estar ausente del resto del mundo. Rusia y China observan en silencio cómo Occidente se pega un tiro en el pie, India no tiene intención de poner en peligro su desarrollo hacia una economía moderna y Japón no parece demasiado entusiasta.
En América del Sur y África, el clima no es un tema de discusión. Se comprueba si se puede obtener dinero, aprovechando la situación, pero otros asuntos son mucho más importantes.
Así queda Occidente, donde la gente parece dispuesta a arriesgar la prosperidad y el futuro económico para “resolver” un problema inexistente. Ya nadie se pregunta si la base de toda la historia es realmente correcta, la gente está completamente cegada por afinar los objetivos cada año, sin preguntarse ni por un momento si todo esto tiene sentido.

Los planes climáticos
A partir de este punto observaremos la situación concreta en Holanda, pero bien seguro se pueda crear un texto similar para cualquier país occidental.
Los gobiernos occidentales se están peleando entre sí para presentar reformas lo más profundas posibles para resolver este problema inexistente. El objetivo es reducir una proporción cada vez mayor de las emisiones de CO₂ en plazos cada vez más cortos. El CO₂ se presenta como el principal culpable, un contaminador. Esto también está lejos de la verdad. Como alimento vegetal, el CO₂ es la base de toda la vida en la Tierra.
En los Países Bajos, cuando asuma el gabinete Rutte IV, la promesa actual es una reducción del 60% en las emisiones de CO₂ para 2030. Para lograr esto, se están haciendo planes en muchas áreas; apenas se han dado pasos concretos, y todavía no hay señales de reducción.
1.- Sustitución del parque automovilístico
Los motores de combustión se prohibirán y todos los vehículos deben ser reemplazados por ejemplares eléctricos. Todavía se está buscando una solución para el tráfico aéreo.
2.- Sustitución de las centrales energéticas
Las plantas de carbón y gas natural estrán prohibidas. Como alternativas se trabaja en la ampliación de turbinas de viento y paneles solares. Es muy cuestionable que estas alternativas puedan proporcionar suficiente energía, especialmente dado que la demanda de electricidad aumentará considerablemente como resultado de los otros planes. La energía nuclear también se menciona como una alternativa.
3.- Hogares y comercios sin gas
Mientras que los gobiernos de otros países occidentales extrañamente ven el gas natural como una alternativa "limpia" (por supuesto, hay emisiones de CO₂ cuando se quema gas natural), y la red de gas natural holandesa es la mejor del mundo, el gobierno holandés está planeando prohibir hogares y negocios de la quema de gas por más tiempo. La alternativa son las bombas de calor, donde las casas se calientan con agua subterránea caliente bombeada con motores eléctricos o calor residual del aire. También existen bombas de calor híbridas que solo sustituyen al gas natural cuando no hace demasiado frío; en los días de invierno, el gas se dispara nuevamente. Desafortunadamente, la distribución del calor dentro de los edificios es diferente, lo que significa que son necesarias renovaciones importantes en cada edificio, como calefacción por suelo radiante, calefacción por paredes y doble acristalamiento HR++.
4.- Ampliación de la red eléctrica
Los planes climáticos 1 y 3 supondrán una carga adicional para la red eléctrica existente, algo para lo que no fue diseñada. Por lo tanto, serán necesarias innovaciones y ampliaciones de gran alcance.

Los costos totales de este paquete de medidas son difíciles de estimar. El gobierno intenta engañar a la población poniendo en marcha un fondo climático de 35.000 millones de euros, como si fuera suficiente. Una sobria consideración de los hechos revela lo siguiente. Hay 8 millones de hogares en los Países Bajos. Si, por ejemplo, las adecuaciones y reformas necesarias para sacar un hogar de la red de gas cuestan tan solo 30 mil euros, el coste total del punto 3 de los planes climáticos es de 240 mil millones de euros. Y luego ni siquiera estamos hablando del parque automovilístico, la red eléctrica y las centrales eléctricas. Esta es una estimación aproximada, pero está perfectamente claro que las inversiones totales necesarias para implementar todos los planes climáticos alcanzarán rápidamente los 1000 mil millones, o el Producto Nacional Bruto holandés total durante un año.

Una cuestión completamente diferente es si es posible, de hecho, realizar todas esas renovaciones y ajustes dentro del plazo prescrito. ¿Hay suficiente personal calificado (plomeros, albañiles, electricistas, etc.) disponible para realizar estas tareas?

Con todo, esta es una situación ideal para los colectivistas. Hay mucho dinero para compartir. El dinero de otras personas. La población tiene miedo, incluso las personas que sospechan que algo no está bien tienen miedo de decirlo. Todos parecen querer seguir obedientemente los planes, para no sufrir las consecuencias sociales que podría acarrear una actitud crítica. Es difícil imaginar que se trata de una desafortunada coincidencia del azar. Simplemente les queda demasiado bien. Parece que hay un plan perfecto detrás de esto.

El gran peligro es que estos planes se establezcan en leyes y tratados internacionales que podrían ser aplicados por el poder judicial en una fecha posterior, incluso si los nuevos conocimientos indican lo contrario.

Por eso es tan importante aclarar estas cosas. Mire los hechos objetivamente y trate de formar y estar a la altura de su propio punto de vista.

Tom van Leeuwen, 29 de enero de 2022.